
Canalización con el Ángel Portal
Por Daniela Camino
México 2017
Mi Ángel, introducción.
La colaboración entre las personas de la Tierra y los ángeles es muy importante ahora, y siempre. Nosotros podemos ver un panorama amplio, sencillo y sereno sobre acontecimientos que para ustedes pueden ser muy traumáticos, incluso violentos, y para los que no alcanzan, por su tercera dimensión, una perspectiva más completa. Entendemos que muchos están supremamente angustiados, no saben qué es lo que es correcto, y a lo largo de la historia de la humanidad se les ha manipulado por supuestas entidades elevadas, para hacerles pasar por miedos y falsas creencias.
La muerte y la vida puede ser mirada desde muchas perspectivas, dependiendo de la estatura espiritual y la realización que cada quien tenga. Pero lo cierto en todos los casos es que la muerte jamás es un castigo, salvo el que ustedes humanos han impuesto así.
Canalización con el ángel portal:
El reloj de arena.
El portal del ángel de la muerte es un gran espejo de luz al que son llamadas todas las almas cuyo tiempo ha llegado para cruzar. Son atraídas como imanes hacia este portal que es totalmente inteligente y perfecto. El portal/ángel les reconoce y acepta según un detallado reconocimiento de la energía y el tiempo de cada ser. Así que si piensas que tu bien amado te fue arrebatado por accidente, o bien tú le has matado por error o por compasión (accidentes, eutanasia) sabe que hay una estructura cósmica gigante que te ayuda y permite que todo se alinee para que así sea.
¿Te ha pasado que, por algún olvido o una llamada imprevista, saliste 5 minutos tarde de casa, y te encuentras en el camino un accidente que justo acababa de ocurrir y que no te tocó justo por ir tarde? ¿O bien que cambias de planes para ir a algún sitio y te encuentras justo ahí a alguien a quien quieres ver y platicar? ¿Te ha ocurrido seguramente que buscaste al veterinario para tu animal de compañía y justo ese día estaba todo cerrado, o tuvo una emergencia y fuiste con otra persona quien no pudo sacar a tu animal adelante? A veces las cosas coinciden de manera muy precisa para que todo ocurra de una manera específica. Y esta serie de coincidencias podría traerte justo el desenlace que hubieras preferido evitar. Todo se alineó. Las líneas de sucesos y eventos están entretejidas con una pequeña parte del pequeño libre albedrio humano, y con una gran parte de destino.

Pero ¿qué es el destino? ¿Es acaso algo fatal que nos amarra al dolor, que nos hace prisioneros? No es así… el destino, como tu lo llamas, son las líneas que entretejen la realidad, son las consecuencias de un sinfín de actos, palabras, pensamientos, voluntades que se van cristalizando hasta que adquieren un peso específico y se manifiestan en esta dimensión. Si, es como un reloj de arena que busca su equilibrio. El lado al que cae la arena, ¿es malo? Y lo que deja la arena detrás, ese vacío, ¿es también malo? Quizás habría que centrarse en el movimiento de la arena y como es que ese movimiento trae el equilibrio.
Este punto de contacto entre las dos partes del reloj es el portal de la muerte. Porque tu eres arena y también ese espacio vacío: llamémosle tu Ser espiritual, tu conciencia más pura y todos sus niveles. El nivel más denso de esa conciencia es la arena. La arena es el cuerpo físico de cualquier ser. Así es como la conciencia de cualquier ser alcanza su equilibrio, pasando de un lado “lleno de arena o lleno de cuerpo” a un lugar de “espacio, ligereza, transparencia” que es el lado vacío, o la existencia espiritual. Es verdad que parece que si eres el vacío no puedes ser la arena, es verdad que si ahora TU mismo eres arena-cuerpo, y quieres tocar el cuerpo de un ser amado que ha pasado del lado espiritual no podrás lograrlo. Porque estás identificado con la parte más densa de tu ser. ¿Pero si vieras que eres todo el reloj? Si vieras que eres la arena, el vacío y el movimiento entre ambos, sabrías que tus seres amados están muy bien, quizás incluso mejor que cuando estaban vivos.
Usar la muerte como un castigo final, pensar que detrás hay “nada”, la inexistencia, es negar la vida espiritual. Quienes han reconocido su propia conciencia espiritual ven en la muerte un equilibrio, un descanso, un movimiento y evolución necesarias, cuando llega es una bendición porque has vivido de manera consciente. Quienes están totalmente identificados con el cuerpo o con su mente solamente, sienten que con la muerte hay una injusticia absoluta y sienten que toda la belleza, el conocimiento, la inteligencia y las memorias serán perdidas. Y viene una extremada tristeza.
Pero el trascender (morir) es el equilibrio entre las dos partes de este reloj de arena. ¿No habías pensado que vivir para siempre sería vivir sin movimiento, sin contraste y sin descanso? ¿Cómo te reconocerías a ti mismo en tu pureza de alma si no es frente a este portal al que rindes todo tu ego, tus ropajes, tus máscaras? ¿Cómo saber quién eres si no lo sueltas todo?
Cuando los animales cruzan el portal lo hacen con profunda confianza, entrega, ligereza, amor, naturalidad: es familiar para ellos porque tienen mucho menos apego a su “persona”, a su “máscara” o ego. No tienen que soltar un título universitario como sus humanos, una cuenta de banco, logros laborales, tesoros, apegos… Los animales aman libremente y siempre viven desnudos. Su apego puede ser su familia humana o animal con la que ha convivido. Y aunque la agonía puede ser por momentos aguda o dolorosa, lo que llega después al trascender es el gran arropo de la paz, la gran libertad, la aceptación, amor y la entrega …En este espacio hay mucha luz, bienestar, serenidad, equilibrio. Ahí pueden soltar las cargas de la Tierra, de sus familias humanas, liberan la responsabilidad y saben que ésta fuerza divina inconmensurable hará el trabajo de sostener a sus bien amados quienes pueden estar sufriendo del otro lado del velo. Ellos nacen y mueren a un ritmo mucho más rápido que el humano. Transitan entre la vida física y la espiritual sin dilemas, especialmente si son animales silvestres.

La vida espiritual no es de ningún modo menor o menos buena que la vida física. Al contrario, es mucha más fácil ser feliz en esta ligereza de un plano astral superior.
La muerte es un paso que ocurre solamente entre la tercera dimensión y las demás dimensiones.
Trascender en otras dimensiones
El plano astral y el mundo espiritual son muuuuuucho más amplios y diversos que el mundo físico.
Las conciencias de los seres que son astrales (o ligeros) transitan desde estos planos al físico solo si les conviene. Entre todos los planos de existencia hay conversiones, transmutaciones, o trascendencias: si un ser está en un plano muy elevado, puede decidir manifestarse en otros más densos por un tiempo, realizar actividades, experimentar, aprender, y regresar al plano de vibración más rápida del cual provenía. La densificación (que es el proceso de bajar de un plano astral superior a otro mas denso) no siempre es hasta el plano de la tercera dimensión. Hay más viajes y más seres en este inmenso multiverso. Sin embargo, el Ángel de la muerte, el portal que hay entre la tercera dimensión y otras es, si lo quieres ver así, es más drástico. Porque no puedes elevarte a otros estadíos de tu conciencia si llevas un cuerpo (muchas veces roto o enfermo) a vibrar tan alto. La materia no puede hacerlo, hay que dejarla atrás. Pero el espíritu si que puede. Tu conciencia si que puede transitar entre dimensiones y vivir esas perspectivas para seguir comprendiendo, integrando, amando más, expandirse más.
La muerte es un paso que ocurre solamente entre la tercera dimensión y las demás dimensiones. Cuando uno es un ser más elevado la muerte no es igual que la de ustedes, es más suave. También se dejan “cascarones” atrás, a veces un ser muere muchas veces en la dimensión en la que se encuentra para poder adelantar su viaje SIN dejar su cuerpo físico o astral. Muchas veces se ha hablado de las pequeñas muertes que uno vive en el plano físico. Pues es algo similar en todos los niveles.

...por afinidad y resonancia, cada alma toma el camino que le corresponde.
El Ángel de la Muerte no juzga a nadie, no castiga y tampoco tiene que perdonar a nadie. Él permite la conversión hacia la ligereza, el balance y equilibro del ser y del Universo en su totalidad.
El portal de la Muerte
El portal de la muerte es pues un puerto de arribo y de partida, un lugar de descanso, de comprensión, de suspiro, de entrega… la vida en el plano físico puede ser extenuante, sobre todo después de una larga enfermedad, o de una vida tormentosa…. todo eso se queda de un lado del portal. Cuando animales y personas llegan al portal hay un espejo, un profundo YO superior que te mira y sabe, sabe todo, todo lo que viviste, pensante sentiste, anhelaste, lo que ocultaste, los secretos, las mentiras… todo. Y todo lo mira con compasión.
En ese momento, por afinidad y resonancia, cada alma toma el camino que le corresponde. Esto ocurre de manera enteramente natural y sin juicios. Los animales de compañía hacen un trabajo tan hermoso en las familias humanas -han dado mucha alegría, amor y ligereza- que así también es el camino que eligen para seguir. Me explico: no es que elijan, es el que se da para ellos porque por ley de correspondencia y resonancia, es el sitio más sencillo para avanzar. Al pasar por el portal de la muerte todo lo que no sea su esencia pura se queda atrás: el cuerpo, el dolor, la pena. Pero la conciencia de ese ser y los sentimientos elevados y bellos siguen. El amor por supuesto sigue, como hilos dorados de luz los corazones se entretejen para siempre. Son hilos de amor puro y de libertad, ese amor que nos transforma y que nos permite encontrarnos con los animales de compañía incluso en otras vidas o cuando los humanos ascienden a un plano astral superior.
El Ángel de la Muerte no juzga a nadie, no castiga y tampoco tiene que perdonar a nadie. Él permite la conversión hacia la ligereza, el balance y equilibro del ser y del Universo en su totalidad. Desde este punto de total neutralidad, el Ángel de la Muerte mira a las emociones densas humanas como un gran peso, como parte de un estadío específica de nuestra evolución que manchan al portal con sus proyecciones, y que lamentablemente los coloca en la victimización y en la impotencia. Esto es así porque los humanos no hemos abrazado nuestra vida espiritual ni nuestra propia muerte.
Mucho de lo que se dice sobre la muerte es pura proyección, y está bien. Las proyecciones son una manera de autoconocimiento, de ensayo y error, de construir realidades para nuestra alma.

Cuando habitan desde el corazón también habrá sufrimiento pues es otro rostro natural del amor, pero no es igual que el apego o la codependencia.
Si las personas son tan elevadas como sus perros, podrán encontrarles del otro lado del velo.
Muerte Animal
Lo que tengo que decirle a las personas que sufren por la perdida de su amado animal de compañía es que yo les cuidaré bien, que la muerte animal es quizás la menos traumática de todas las que cruzan desde la tercera dimensión, es bella incluso, natural, amorosa, Nadie se pelea con el portal, incluso cuando sienten apego por sus humanos. El jalón del espíritu siempre es más fuerte, y ellos se entregan. Y viajan, se renuevan, florecen, y son más felices. Por ello pueden regresar después a dar más servicio a los humanos, a amar más y mejor.
Sería sabio que los humanos aprovechen estas emociones, situaciones, pensamientos que les despierta la muerte de su animal de compañía para prepararse mejor para su propio viaje. El viaje del humano es muy distinto, por ello proyectan tanto dolor ante la muerte del animal. Por supuesto, está la pérdida de un amor puro en la tercera dimensión. Pero si se abrieran a amar espiritualmente, ellos no perderían ese amor nunca.
La muerte de los humanos puede ser un espejo mucho más turbulento, que arrastra y proyecta una sucesión de muertes inconscientes, tortuosas, batallas, asesinatos, ahogos, enfermedades, devastación… con venganza, odio, ira, anhelo, mucho dolor, ganas de destruir y seguir matando… así es como los humanos co-crean detrás del portal su propia muerte de baja vibración. Así es como siguen sufriendo y el reposo y la serenidad y la paz no llegan, pues por la complejidad y la obsesión de la mente y del ego humanos son enormes.
Pero no siempre es así, puede ser muy bello y sereno también para quienes tienen más desarrollo y vibran más alto. Cualquiera que sea su estado de conciencia, todo esto se activa en el campo energético del humano ante la muerte de un ser querido, humano o animal. Es igual.
Para que los humanos no sufran la muerte de un ser amado animal, han de elevar su nivel de vibración, habitar en su corazón y no en sus mentes o en su ego.
Cuando habitan desde el corazón también habrá sufrimiento pues es otro rostro natural del amor, pero no es igual que el apego o la codependencia. Desprenderse del bien amado (humano o animal) puede ser, y es muchas veces, un proceso que se siente doloroso en el cuerpo, en el alma, y que no es cómodo. Pero la carga extra la ponen los humanos, la pone su religión y su cultura. Si duele, pero también hay que soltar el dolor. Si se arranca, pero hay que fluir en ese movimiento. Si las personas son tan elevadas como sus perros, podrán encontrarles del otro lado del velo.

Quien puede mirarse conscientemente ante el espejo de la muerte puede evolucionar y elegir diferente.
“Señor Dios de los humanos…Y cuando llegue la hora de morir, dale la sabiduría que pusiste en mi alma de perro para que sepa aceptar ese instante sin temor y sin amargura” (Anónimo)
Muerte humana
Cuando los humanos mueren se encuentran solos con su corazón en la mano, desnudos frente al portal: quien soy? Amé? Y fui amado? Que luz di? Me perdoné? Me amé? Fui gozoso? Di servicio? Mi vida fue fructífera o irrelevante? Di lo mejor de mi? No hay otra manera de avanzar. Si miran estos asuntos dentro de si mismos desde ahora, la muerte será más sencilla.
Pero si deciden evadirse todo el tiempo, la muerte de los seres amados y de ellos mismos será una sorpresa -con frecuencia dura-…. O aun peor, la muerte será un paso inconsciente hacia una reencarnación posterior, donde solo se repiten los mismos patrones que fueron un yugo en la vida física. El alma se siente entonces aprisionada y viene un gran sufrimiento, desolación, desconexión y despropósito en la siguiente vida. Esto es bastante común entre los humanos.
Quien puede mirarse conscientemente ante el espejo de la muerte puede evolucionar y elegir diferente. Cuando esto ocurre los seres evolucionan y pasan a otro nivel de conciencia, de retos, de esferas de existencia. Los amados animales de compañía tienen una enorme ductilidad espiritual, como ya sabes no todas las almas que habitan en cuerpos animales han sido animales siempre, muchas veces son seres muchísimo más evolucionados que provienen de mundos espirituales más altos, de las estrellas también.
Así, ellos tienen la posibilidad de moverse en las distintas esferas de conciencia evolutiva y alcanzar siempre a sus bien amadas familias humanas tanto en la vida física (encarnada) como en la vida espiritual (ya trascendidos).
Para los animales todo irá bien, es fácil, es amoroso, es fluido.
“Hasta que no hayas amado a un animal, parte de tu alma estará dormida” (Anatole France)