Consejos Veterinarios
Nuestras veterinarias aliadas nos comparten unos consejos para diferentes situaciones que se te pueden presentar con tus animales de compañía en esta final.
¿Cuándo visitar a un veterinario oncólogo?
¿Cómo hacer un hospicio
en casa?
Decidir una eutanasia
¿Cuáles son los cuidados geriátricos para los últimos días de mi animal de compañía?
Laura Tafur nos comparte su historia
En esta oportunidad les voy a contar mi experiencia del duelo más cercano y el más difícil que he tenido, se las quiero compartir porque sé por lo que están pasando y porque sé que leer o escuchar historias similares hacen que uno no se sienta tan solo.
Hace 3 meses mi mamá trascendió, ella era mi persona favorita y mi alma gemela, vivimos muchas cosas juntas y siempre le sacamos lo mejor a todas las situaciones por difíciles que fueran, nos reíamos mucho.
Mi mamá llevaba luchando con un cáncer muy agresivo llamado Mieloma múltiple y la verdad es que con la quimioterapia estaba mucho mejor, pero le dio COVID y su sistema inmune no lo logró. Les cuento todo esto porque con su muerte vinieron muchas emociones a mí, que son totalmente normales y que como lo dice la palabra el duelo duele.
Primero sentí que me iba a morir del dolor y que no iba a poder vivir sin ella, luego culpa por no haber podido estar a su lado cuando murió, mucha rabia con el Cáncer y con el COVID, después sentí alivio porque sentía que ya había dejado ese cuerpo enfermo y que no merecía vivir con dolor, todas estas emociones como montaña rusa, a veces todas en un mismo día, incluso llegué a dudar de todo lo que antes pensaba y creía sobre la vida y lo que hay después. Hoy en día siento un dolor llevadero y entiendo que ahora está mejor.
La comunicación Interespecies te enseña a ver la muerte como una muerte física, lo que quiere decir es que uno es energía y la energía no se muere, se transforma, ahora siento que mi mamita está en todo y me acompaña en cada día y en cada decisión que tomo la siento presente.
En este duelo me han acompañado mis animales y mi familia y tuve el apoyo de una tanatóloga, creo que esto me ha hecho el duelo más llevadero y también estoy tamando flores de bach y le doy a “Catrina” que era la perrita de mi mamá.
Daniela Camino mi maestra contactó con Catrina para explicarle lo que había sucedido, lo mismo mi gran amiga Sofia también comunicadora Interespecies y sentí que eso marcó la diferencia para que Catrina entendiera que tenía que cambiar de hogar y de rutina.
Lo que me ha servido es hacer un ritual de despedida, hablar de lo que siento, buscar ayuda profesional, hacer cosas lindas en su nombre y aprendí que siempre a pesar de lo fuerte que sea la tormenta sale el sol.
María Fernanda de la Vega nos comparte su historia
Mi pasión a los animales. Desde que tengo uso de razón, mi papa siempre me inculcó el amor y el respeto por los animales, en mi casa siempre hubo perros, gatos, pericos, gallos; hasta las visitas al rancho en donde tuve la oportunidad de convivir con burros, vacas y animales de granja; lo que me oriento a estudiar medicina veterinaria.
Mi vida como MVZ. A los inicios de mi carrera profesional me di cuenta que es muy común que los responsables de un animal de compañía te lleven su perro/ gato para realizar una eutanasia. Cuando realice mi primer procedimiento (el cual fue bastante difícil para mí), mis colegas me aconsejaron que lo correcto para poder sobrellevar estos procedimientos era ser indiferente y no dejar que el sentimiento se apoderara de mí. ¡Fue una experiencia tan dura! Al inicio pensé que ese sentimiento sería pasajero, que al pasar de los años sería un poco más insensible, lo cual nunca pasó; por lo que decidí cambiar la perspectiva de los demás médicos con los que trabajaba y honrar tanto a mis pacientes como a sus familias de la mejor manera posible.
Crecimiento espiritual. Posteriormente, comencé a informarme sobre diferentes culturas y religiones y cómo la espiritualidad les ayuda al momento de trascender, esto me sirvió para acercarme a las personas y ser más empática en esos momentos tan difíciles. Fue hasta que “Frida” mi perrita de 12 años, trascendió de manera inesperada, me di cuenta que hay muy pocos lugares y personas a los que puedes acudir en esos momentos de dolor. Investigué un poco más y tuve la fortuna de conocer a Daniela Camino y la comunicación intuitiva, en ese momento descubrí que hay un mundo de posibilidades para explorar y crecer espiritualmente.
Durante los últimos 4 años me he enfocado más en terapias alternativas y energéticas para: ayudar, acompañar y guiar a los pacientes y sus familias, para que esta transición sea más llevadera. El acompañamiento es único, ya que cada familia es diferente y tiene sus propias necesidades, así es más fácil soltar y dejarlos ir con mucho amor.
Ellos me enseñan y recuerdan cada día lo fácil que es soltar, lo hermoso que es el amor incondicional y a vivir en el presente.